El presidente estadounidense, Donald Trump, ha llegado este lunes a Israel después de visitar Arabia Saudí en una gira internacional que acabará en Europa.
El Air Force One, el avión presidencial, ha aterrizado en el aeropuerto de la capital israelí, Tel Aviv, proveniente de Ryad, en el primer vuelo directo de la historia entre Arabia Saudí e Israel. Allí le ha recibido el primer ministro Benjamín Netanyahu.
“Estamos ante una oportunidad poco común de traer la seguridad y la estabilidad a la región“
El presidente de EE.UU. se ha ofrecido a mediar entre israelíes y palestinos para reiniciar unas conversaciones congeladas desde hace años.
“Estamos ante una oportunidad poco común de traer la seguridad y la estabilidad a la región, de crear armonía, prosperidad y paz”, ha declarado Trump durante la ceremonia de bienvenida.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, y su esposa, Melania, bajan del Air Force One en el aeropuerto Ben Gurion de Tel AvivEste martes, Trump viajará a Belén para entrevistarse con el presidente palestino, Mahmud Abás. Los palestinos han recibido a Trump con una huelga general en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este en solidaridad con los presos palestinos que llevan en huelga de hambre desde principios de abril. Este domingo, 200 presos de Hamás se han unido al ayuno, en el que participaban ya alrededor de 800 según el Servicio de Prisiones de Israel.
Visita al Muro de las Lamentaciones
Trump se desplazará en helicóptero a Jerusalén, donde mantendrá entrevistas con las autoridades israelíes.
El martes, tras entrevistarse con Abás en Belén, Trump volverá a Jerusalén, donde visitará la iglesia cristiana del Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones. Será el primer presidente de Estados Unidos en funciones que visita el Muro, situado en la parte de la ciudad ocupada por Israel en 1967 y en un flanco de la Explanada de las Mezquitas, lugar sagrado para los musulmanes. Ningún miembro del gobierno israelí acompañará a Trump en esta visita.
Durante la campaña electoral, Trump reiteró el apoyo tradicional de las administraciones estadounidenses a Israel y sugirió que podría trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, algo que de momento no ha hecho.
